martes, 1 de febrero de 2011

EL ARTE COMO SISTEMA CULTURAL (Clifford Geertz -1994- )

La lectura del texto de Clifford Geertz me ha hecho comprender, como él expone, sus reflexiones acerca de que el arte es un sistema cultural. 
Según Geertz, la concepción que un pueblo tiene de la vida aparece en muchos otros ámbitos de su cultura, y no sólo en su arte. Toda reflexión sobre una significación cultural, es siempre un problema local.
Para Matisse, los medios de expresión de un arte y la concepción de la vida que lo anima son inseparables, y no podemos comprender los objetos estéticos como concatenaciones de pura forma. Así, por ejemplo, los yoruba no sólo graban líneas sobre sus obras, sino también sobre sus mejillas, como un medio de identificación del linaje, como adorno personal y como ex­presión del estatus. Para los abelam, la fuerza del motivo reside en una inquietud propia a partir de gamas cro­máticas. Al igual que las líneas graba­das en las estatuas yoruba, los óvalos de colores de las pinturas abelam son significativos porque conectan con una sensibilidad en cuya creación intervienen. La unidad de forma y contenido es un acto cultural y no una tautología filosófica.
Como señala Baxandall, el público no necesita lo que ya se ha conseguido, sino un objeto lo bastante rico como para reflejarse y profundizar en él. Fueron muchas las instituciones culturales que tomaron parte activa en la formación de la sensibilidad de la Italia cua­trocentista. Todas las cuestio­nes culturales produjeron la sensibilidad en la que se formó y tuvo sus inicios el arte del Quattrocento.
A partir del sistema general de las formas simbólicas que lla­mamos cultura es posible la participación en el sistema particular que llamamos arte, el cual no es de hecho sino un sector de ésta. Por lo tanto, una teoría del arte es al mismo tiempo una teoría de la cultura.
Otro ejemplo, sería la relación entre la poesía islámica y los im­pulsos fundamentales de la cultura musulmana, los cuales son bastante similares en cualquier parte y desde sus inicios. Hay un buen número de implicaciones que derivan de esta visión del Corán aunque para nues­tros propósitos la consecuencia más notoria sea que su lenguaje, como queda reforzada por el modelo de vida musulmana tradicional.
Para lograr que la semiótica tenga un uso eficaz en el estudio del arte, debe renunciar a una concepción de los signos como medios de comunicación, para pro­poner una concepción de éstos como modos de pensamiento, como un idioma que ha de ser interpretado. No necesitamos reemplazar un códi­go por otro menos inteligible, sino una cien­cia que pueda determinar el significado de las cosas en razón de la vida que las rodea. 

    
    

















Fuerzas espirituales yorubas     



   











Policromía abelam













Una de las tablas de La historia de Nastaglio degli Onesti de Sandro Botticelli

















El Corán

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