En la década de los 70 los diferentes estudios de Bowles, Gintis o Apple manifestaron la pretensión por derribar la continua desigualdad social e imposición ideológica producida desde el currículo vigente y que se perpetúa en la transferencia de conocimiento profesorado-alumnado.
Se produce un movimiento que determina las bases de la pedagogía crítica artística o de la pedagogía contranarrativa, que se fundamenta en la idea de que desde el arte se puede promover la diversidad social y cultural: el reconstruccionismo social dentro de la Educación Artística. Se rompe con la visión de Arte por el Arte y su aprendizaje, ya que esa idea sólo ha servido para alejar a la educación artística de la concepción de re/constructora cultural y social.
PROPUESTA DE PEDAGOGÍA CONTRANARRATIVA PARA LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA
Partimos de una premisa: “La finalidad de la enseñanza del arte es contribuir a la comprensión del panorama social y cultural en el que viven todos los individuos”, esta premisa es la que defienden la reconstrucción social, es decir, la de la educación en el arte posmoderno. Sin embargo la Pedagogía crítica, se apoya en ella y resalta que lo que realmente marca la diferencia entre la Posmodernidad y el Posmodernismo Crítico es la actitud, por tanto la función de la Educación Artística será la de colaborar en la comprensión social y cultural del mundo, analizando y formando parte activa. Se trata de utilizar el potencial de la deconstrucción para revelar conflictos y producir una reconstrucción social.
El concepto deconstrucción, es otro gran pilar de este sistema, la Pedagogía Contranarrativa, es decir, la Pedagogía Critica. En el momento en que se establecen prácticas educativas inmersas en la pedagogía crítica a través de las narrativas que ofrece el arte, emerge la pedagogía contranarrativa. El pedagogo crítico ha de ser un deconstructor político, que trate de encontrar las fisuras y conflictos de los discursos establecidos. Ha de enfrentarse a la visión del arte por el arte y del arte como objeto mercantilista. Ha de luchar en contra de la formación de los individuos en las técnicas y habilidades artísticas o de individuos como futuros profesionales a insertarse en la red productiva.
OBSTÁCULOS Y COMPROMISOS PARA LA PEDAGOGÍA CRÍTICA ARTÍSTICA
La Pedagogía Crítica encuentra dos oposiciones en su desarrollo, por un lado la idea modernista de pedagogía para el arte: aprendizaje de conceptos y técnicas para la consecución de destreza y habilidad artísticas como objetivo principal; y por otra parte la visión del arte con fin comercial, enfocada a la formación de un profesional para insertarse en la red comercial y productiva.
Dentro de la Educación Artística posmodernista existen otras propuestas que sí ampara la Pedagogía Crítica: el arte en última instancia, participa de la construcción de la realidad y en consecuencia, la educación artística dentro de nuestro contexto debe orientarse a la comprensión de esta realidad. Ejercer una pedagogía crítica nos incita a ejercer una actitud crítica en la educación y a desarrollar estrategias curriculares basadas en cómo se conforma la subjetividad de los estudiantes.
Estoy de acuerdo con la Pedagogía Crítica, ya que nos hace partícipes activos de la creación de la imagen colectiva e individual y de las relaciones interculturales. La pedagogía artística crítica construye realidad(es) e identidad(es), no sólo su análisis y entraña un compromiso con la transformación socio‐cultural. Éste debe ser el principal objetivo de la educación, educar a las personas en el espíritu crítico y no sólo formar parte del mundo, sino para actuar en él y transformarlo.
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